MAR DEL PLATA

La Municipalidad del Partido de General Pueyrredon celebró un convenio con el Ministerio de la Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad Sexual de la Nación para activar en Mar del Plata y Batán el Programa de fortalecimiento “Comunidades sin violencias. Fortalecimiento de la gestión municipal contra las violencias de género”, una iniciativa que tiene como finalidad brindar herramientas de capacitación para que mujeres y LGTBI+ en proceso de salida de violencias por razones de género puedan acceder a un trabajo formal o se formen en oficios que permitan promover el crecimiento personal y colectivo, y la autonomía de las mujeres y feminidades trans

“La idea es promover el crecimiento personal y colectivo y la autonomía de las mujeres y feminidades trans”, remarcó Daniela Zulcovsky, subsecreraria del área. “Buscamos acompañar la construcción de proyectos de vida sin violencias a través del fortalecimiento de los saberes preexistentes y el fomento de aprendizajes que contribuyan a su inserción laboral”, agregó.

Las personas destinatarias de estos cursos de capacitación que brinda el Programa “Comunidades sin Violencia” serán mujeres y feminidades trans, mayores de 18 años, y. que han sido atendidas en la Dirección de Políticas de Género y/o en la Dirección de Derechos Humanos.

Los cursos serán dictados por los Centros de Formación Profesional y Laboral de General Pueyrredon. Teniendo en cuenta el contexto y la oferta formativa existente y posible, los procesos formativos giraran en torno a las temáticas vinculadas con la informática y la tecnología.

Educación como herramienta de inclusión

Según el informe de gestión 2014-2019 de la Dirección de Políticas de Género, el 35,9% de las mujeres que asistieron al Programa de Prevención y Asistencia a la Violencia de Género se encontraban desocupadas al momento de la entrevista y un 21,4% trabajaba en condiciones de informalidad. 

Estos datos reflejan un alto grado de inestabilidad laboral y poca adherencia al mercado laboral. La emergencia derivada del COVID-19 provoca efectos específicos sobre las mujeres y profundiza las desigualdades de género existentes, tanto al interior de los hogares como fuera de ellos.

En cuanto a la población travesti-trans, de la totalidad de personas asistidas en el marco del “Plan Integral para la Promoción y Protección de los derechos de la comunidad LGBT”, más del 90% corresponde a feminidades trans, en su mayoría migrantes provenientes de países limítrofes. Un alto porcentaje se encuentra en situación de prostitución, mientras que algunas pocas cuentan con un trabajo por cuenta propia (costura, peluquería, estética).

Contexto de la situación laboral en Mar del Plata

Según los números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) Mar del Plata, se encuentra entre una de las ciudades del país con mayor desempleo: el índice de desocupación en General Pueyrredon alcanza el 26%, lo que representa un total de 65 mil personas que están en la búsqueda de trabajo. 

Apunta, además, que "el impacto en la tasa de empleo no fue homogéneo entre las distintas categorías ocupacionales. En particular, fue más significativo en asalariados sin descuento jubilatorio y en trabajadores por cuenta propia". Como resultado, "se incrementó la proporción de asalariados con relación al total de ocupados, pasando de 74,1 a 76,9%".

Mar del Plata ha sido la primera ciudad del país en ser incluida en la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles del BID; programa que permite a las ciudades llevar a cabo un proceso de autoevaluación y el desarrollo de soluciones concretas, buscando atender integralmente los desafíos urbanos, económicos y medioambientales, y facilitando la planeación eficiente de las inversiones públicas y privadas.

La integración de las Industrias Creativas y las Industrias Tecnológicas al entramado productivo local constituyen un componente cada vez más importante en las economías postindustriales basadas en el conocimiento. Su desarrollo, no sólo contribuyen al crecimiento económico y la creación de empleo, sino que también actúan como elementos vehiculares en la transmisión de la identidad cultural.

En Argentina, en lo que respecta a las mujeres y sus posibilidades de capacitación y estudio en el universo de carreras técnicas y de tecnología, de acuerdo a un estudio de la Fundación Sadosky, durante los años 70, las mujeres conformaron el 75% del alumnado en las carreras de informática. En 2013, la proporción se había reducido a un 18%, y hoy en la carrera de Ciencias de la Computación hay solamente 11% de mujeres, debido mayoritariamente a los preconceptos sobre su rol en esta industria. 

Estos datos dan una imagen clara de la desigualdad relacionada con la menor presencia de mujeres como creadoras de tecnología. En consecuencia, el bajo porcentaje de mujeres en carreras de grado en informática es un problema que repercute en el posterior acceso al mercado laboral y en la ocupación de áreas jerárquicas del sector.

Sin embargo, esta idea instalada en la sociedad está en pleno proceso de deconstrucción, y cada vez más se motiva a niñas, jóvenes y adolescentes a capacitarse, aceptando los desafíos de estudiar, trabajar y lograr objetivos de acuerdo a sus intereses. Esto nos lleva a pensar que una mayor participación de las mujeres en la tecnología tendrá efectos en diversas esferas de la sociedad.

Cabe destacar, que en los últimos 5 años, de cada 100 personas que se inscriben en carreras vinculadas a TICs, sólo 16 son mujeres. Este dato es relevante para comprender y proyectar en qué espacios es mandatario garantizar la diversidad, y de esa forma dar lugar a la innovación en la tecnología. 

Frente a esta realidad, son muchas las iniciativas que intentan ganar más y mejores espacios para las mujeres en la industria tecnológica, derribando mitos respecto a sus capacidades y competencias.