Jueves 02 de Abril de 2020 - 17:30 hs
Sugerencia Salud Mental
Sugerencias de Terapia Ocupacional para atravesar la Pandemia Coronavirus
Esta medida de permanecer en casa como forma de cuidarnos y así evitar el contagio, es una situación nueva para todos y todas, por lo tanto no existen recetas acerca de cómo transitarlo.
Si hay niños y niñas en casa, desde Terapia Ocupacional queremos acercarles sugerencias para acompañarlos y ayudarlos.
Es importante sostener rutinas y hábitos: por ejemplo desayuno, tiempo para hacer la tarea escolar, juego, preparación del almuerzo, descanso, actividades, merienda, baño, preparación de la cena, lectura, sueño. Cada familia podrá armar su propia rutina. Se puede armar un calendario semanal y anotar lo que van planificando para cada día.
Una forma de lograr sensación de bienestar es fomentar la participación de los niños en actividades del hogar en función de las edades; ayudar a que puedan realizar sus actividades de higiene, arreglo personal y vestido de manera independiente ya que ahora tienen tiempo para practicar. Distribuir y responsabilizar a los niños en tareas propiciando que cada integrante pueda cooperar.
- Hasta 3 años: guardar los juguetes, limpiar la mesa, comer solo usando cuchara y tenedor (con supervisión)
- Hasta 5 años: cepillarse los dientes, vestirse solo, ayudar a poner la mesa, lavar los platos con supervisión
- Hasta 6 años: ordenar su cama, barrer, ayudar en el cuidado de las mascotas, bañarse solo
- Hasta 9 años: doblar la ropa, tender la ropa, limpiar el piso y ventanas, elaborar la comida con supervisión
En relación al uso de las pantallas es importante tratar minimizar su uso; evitar utilizar las pantallas para calmar al niño; compartir el uso con otro miembro de la familia (comentar lo que se mira/juega, hacer un dibujo referido a lo que se ve); utilizar estos dispositivos para comunicarse con amigos o familiares que están alejados por el aislamiento
Los Juegos: es lindo pensarlo en forma compartida con otros miembros de la familia; permiten canalizar emociones y disminuir las tensiones que puedan surgir. Fomentar el juego es una forma de cuidar la Salud Mental de los más pequeños.
Es importante intentar organizar un espacio de juego (en un ambiente de la casa y disponer de un lugar para el guardado de los juguetes). Estimular el orden al terminar el juego.
Se pueden organizar a lo largo del día:
- juegos de movimiento como juegos con pelota, saltos, circuitos de movimiento.
- juegos de motricidad fina que favorecen que los niños puedan encontrar un momento de mayor tranquilidad. Puede ser dibujar, hacer manualidades con material reciclado de casa, jugar con masa, armar material para jugar al día siguiente y de esta manera sostener el entusiasmo.
- juegos de imaginación: armar historias con muñecos, títeres (que se pueden confeccionar en casa), dibujos. Pueden aprovechar para contarle historias de la familia, de sus amigos, de la escuela y ver fotos familiares.
- juegos de mesa: tuti fruti, el juego de la oca, lotería, juego de dados, juegos de cartas.
- Tiempo de lectura en familia. La lectura transita en un mundo de imaginación. Conectándonos con el personaje y la historia podemos abrir una puerta para hablar de cómo nos sentimos. Es bueno propiciar canales para expresar nuestros sentimientos.
Niños de hasta 2 años: acompañar en el uso del cuento, enseñar a cuidarlo, a dar vueltas las páginas, mirar imágenes, señalarlas, nombrarlas, buscarlas.
Niños hasta 5 años: contar historias simples, preguntar acerca de lo que ven en las imágenes o sucede en el relato, nombrar objetos, animales, colores, contar.
Niños que empiezan a leer: compartir nuestros inicios en la lectura, qué disfrutábamos leer de niños. Leer juntos, mostrar dónde están escritas las palabras de los dibujos, acompañar en la lectura de palabras sencillas, encontrar en las palabras del texto las letras de su nombre, imaginar otros finales posibles. Crear el clima del cuento: misterio, diversión, etc.
Si tenés un bebé chiquito tené en cuenta que no siempre lloran por hambre, a veces reclaman otras cosas o simplemente nuestra presencia. Hablale mucho, aunque creas que no entiende, necesitan tu voz y tus mimos. Llamalo por su nombre y repetí sus sonidos, hacé que te mire, que sonría, acaricialo y ofrecele un masaje, mecelo, mostrale cosas para que las mire, cantale. ¡Los hermanos también pueden ayudar!!
Quedate en casa que entre todos podemos!