MAR DEL PLATA

150 AÑOS

Martes 01 de Septiembre de 2020 - 17:30 hs

Menos sal para un cuerpo más saludable


La División Gestión de Nutrición realizó una serie de recomendaciones sobre el consumo de sal. 

 

El consumo consciente de sal cumple funciones vitales en el organismo, pero su exceso implica riesgos para la salud

El consumo excesivo de sal es el principal factor de riesgo de hipertensión en la población argentina. La hipertensión constituye la principal causa de muerte prematura y la segunda de discapacidad por enfermedades no transmisibles, como el infarto, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades renales.

 

¿Cómo reducir la sal en la alimentación cotidiana?

  • Pautas esenciales para una alimentación mejor

 

  • Leer las etiquetas nutricionales

 

  • Que digan: ‘’bajo contenido en sodio’’

 

  • NO AÑADIR SAL A LAS COMIDAS

 

  • Ni agregarla en las preparaciones

 

  • No llevar el salero a la mesa

 

  • Probar el alimento antes de agregarle sal

 

  • Agregar alimentos ricos en potasio, calcio y magnesio. Estos ayudan a bajar la presión arterial

 

  • Aumentar la actividad física contribuye a mejorar la salud cardiovascular

 

  • Realizar controles médicos periódicos y consultá con tu nutricionista para recibir consejos que te ayudarán con la alimentación

 

El sodio en nuestro cuerpo

Sal no es sinónimo de sodio. La sal está compuesta por cloro y sodio (cloruro de sodio) y se utiliza como conservante o saborizante en la mayoría de los alimentos elaborados de manera industrial, envasados, congelados o enlatados. La OMS recomienda una ingesta diaria de 5 gramos de sal (2000 mg de sodio) por día. Un gramo de sal equivale a 0,4g (400 mg) de sodio. Cabe señalar que el organismo humano no precisa más que medio gramo diario de sal para funcionar normalmente.

 

El sodio cumple importantes funciones en nuestro cuerpo:

  • Regula la cantidad de agua en el organismo y mantiene equilibrado el pH de la sangre

 

  • Regula los fluidos del organismo

 

  • Ayuda a tener una adecuada hidratación y se encarga de introducir agua en las células

 

  • Ayuda a transmitir impulsos nerviosos y a la relajación muscular

 

Por esto es importante saber elegir bien los alimentos que vamos a llevar a la mesa, ya que algunos se caracterizan por tener un alto contenido en sodio como son los caldos en cubos, sopas instantáneas en polvo, fiambres y embutidos, hamburguesas, productos de copetín, galletitas, enlatados.

Se recomienda incorporar a nuestra alimentación una mayor cantidad de alimentos frescos, principalmente verduras, hortalizas, frutas y legumbres.

Para condimentar y reemplazar la sal, se puede utilizar jugo de limón, vinagre, cebolla, ajo, hierbas aromáticas y especias.

La elaboración de preparaciones caseras nos permite utilizar mejor los alimentos frescos y podemos controlar la cantidad de sal que se utiliza para la cocción.

Es importante que la reducción del contenido de sal en los alimentos, se realiza de forma progresiva para lograr una adaptación al sabor y se impida la búsqueda de productos alternativos.

Con una reducción de 3 gramos de sal por persona, se podrían evitar alrededor de 6.000 muertes anuales por enfermedades cardiovasculares y ataques cerebrales.

 

Menos sal más vida

Argentina exhibió la iniciativa “Menos sal, más vida”, que se dirige a disminuir el sodio de los alimentos mediante acuerdos con panaderías artesanales y grandes empresas alimentarias y, también, a través de campañas para que los individuos dejen de agregar sal a sus comidas. Según el Ministerio de Salud de la Nación, gracias a estas medidas, el consumo de sal ya bajó un gramo por día y por persona en el país, lo que significa 2.000 muertes menos al año por causas cardio y cerebrovasculares.

 

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