Lectura fácil
Lectura fácil es una técnica de redacción y adaptación cuyo objetivo es promover el acceso a la información y la comprensión de textos a:
> Personas con discapacidad.
> Personas extranjeras no nativas de una lengua.
> Niños y niñas.
> Personas adultas mayores.
> Personas con dificultades lectoras.
> Todos y todas en general.
Para facilitar la lectura y la comprensión de los textos, el diseño puede no ser estético, ni innovador, ni economiza espacio en la página, pero es práctico y funcional.
Buenas prácticas para redactar material en lectura fácil
1- Escribir en forma clara y concreta, siguiendo un hilo conductor.
2- Evitar el uso de metáforas o lenguaje abstracto.
3- Ser conciso. Organizar una idea o concepto por oración y/o párrafo.
4- Evitar el uso de palabras o términos difíciles. Si la palabra o término no puede cambiarse, aclarar su significado con una llamada.
5- Describir relaciones complicadas de una forma concreta y lógica.
6- Animar a los escritores e ilustradores a conocer su público objetivo.
7- Validar el material con las personas del público objetivo.
Buenas prácticas para el diseño de material en lectura fácil
1- Utilizar hasta dos familias tipográficas diferentes que sirvan para diferenciar títulos y cuerpo de texto, aclaraciones o gráficos.
2- Utilizar tipografías sans serif nobles.
3- Evitar variables tipográficas muy pesadas o livianas (black o thin) así como tipografías condensadas, expandidas o itálicas.
4- Utilizar cuerpos de 12 o 14 pts para párrafos, con un interlineado de 1,2 o 1,5. Los párrafos deben estar bien separados entre sí.
Nota: "pts" es la unidad de medida en tipografía.
5- Usar viñetas para las listas. Si hay más de un suborden, utilizar diferentes viñetas.
6- Numerar las páginas siempre en el mismo lugar.
7- Alinear los párrafos siempre a la izquierda. Evitar la doble columna.
8- Utilizar márgenes amplios y un formato no menor a A5.
9- Organizar el texto en bloques, dividiendo el contenido en párrafos y capítulos cortos. La página debe terminar en un punto cerrando un contenido.
10- Si es necesario, utilizar imágenes que ayuden a entender el texto. Deben ser fáciles de entender y reconocer, sencillas, con pocos detalles y sin contextos complejos.
Nota: todas las imagenes deben estar acompañadas por un texto que describa lo que se visualiza en la imagen.