MAR DEL PLATA

150 AÑOS

 

Cyberbullying o ciberacoso: 

 
El ciberacoso o ciberbullying es el uso de medios digitales para acosar a alguien de manera constante, con intención y duración en el tiempo. Es una manera de agresión muy habitual en la pre-adolescencia y adolescencia y se da en el grupo de pares, ya sea de la escuela o de un equipo deportivo u otro grupo de pertenencia sin importar su sexo
En esta relación se da un desequilibrio de poder ya que la persona agredida se siente en desventaja y no puede defenderse.
El maltrato y acoso entre pares es un fenómeno anterior al surgimiento de las redes sociales digitales. Pero, si antes el maltrato se acotaba a las horas que pasaban en la escuela u otros espacios comunes, ahora las tecnologías pueden potenciarlo, ampliando su alcance y visibilidad.
El ciberbullying es diferente al abuso en la escuela, ya que esté atiende a otras causas y se manifiesta de manera diferente, al igual que sus métodos de abordamiento y consecuencias.
 
Las formas más comunes del cyberbullying son:
 *Colgar en internet imágenes reales o fotomontajes, al igual que datos privados, cosas que pueden ridiculizar o perjudicar a la víctima y hacerlo público en su entorno relaciones.
* Crear perfiles su espacio falsos en nombre de la víctima, foros y redes sociales, donde el escribir lo hacen en primera persona y realizan confesiones de determinados acontecimientos.
*Hackear clave del correo electrónico además de cambiarla de manera que el legítimo propietario no la puedo utilizar, violando su intimidad a leer todos los mensajes que se encuentran el buzón.
 *Circular rumores rumores a través de la red, en los cuales la víctima se le acredita un comportamiento reprochable desleal y ofensivo, con el objetivo de que otros, sin poner en duda lo que leen, ejerzan represalias y acosos
 
A través de las tecnologías, el ciberacoso es más veloz y más intrusivo, por tal motivo resulta invasivo y dañino. Además puede que las agresiones permanezcan en el ciberespacio durante mucho tiempo, por lo que afectan a largo plazo a quien la sufre. ya que los  mensajes intimidatorios pueden enviarse a toda hora y desde cualquier sitio, sin que quien los reciba pueda obviarlos, recibiendo las agresiones de manera continua.Trasciende el ámbito escolar e incluso la ciudad de residencia de los involucrados.
El entorno virtual permite a quienes agreden quedar ocultos en el anonimato.
El anonimato obstaculiza la empatía entre pares; las personas adultas debemos ayudarles a que comprendan que la no presencia física de ningún modo quiere decir ausencia,  que en los vínculos virtuales también hay un semejante. Es importante que los chicos y chicas puedan ponerse en el lugar de la otra persona y hacerles entender el daño que ocasiona el bullying en las redes, para que no lo ejerzan. Compartir con ellos reglas de convivencia en la web para que no agredan y eviten agresiones o situaciones desagradables.  El acompañamiento es un factor fundamental.
Roles 
 

Acosador

Niño, niña o adolescente que ejerce su poder para humillar a otro. El ciberacosador se siente en una posición de poder desde el anonimato que se percibe mientras se está en línea, lo cual puede hacerle llegar a creer que sus actos no tendrán ninguna repercusión sobre el.
Se suele ver a esta persona como poco segura de sí misma y que para sentirse mejor y que se ejerce acoso contra otra. Esto con el fin de obtener reconocimiento de los demás. Asimismo, se suele pensar que estos sujetos tienen rasgos comunes, entre los que se encuentran el comportamiento agresivo, el temperamento fuerte, poco empático, sin sentimiento de culpa  impulsivos, baja tolerancia a la frustración e incumplimiento de reglas.
 

Víctima

La víctima se siente indefensa. Su aislamiento psíquico, su falta de comunicación, el desconocimiento sobre los hechos, la falta de solidaridad entre compañeros, socavan la fuerza de la víctima.
 

Testigos

Los observadores son aquellos que son espectadores de lo sucedido. Estos pueden unirse al agresor, ser indiferentes o unirse a la víctima. 
Son personas que toleran ver qué otros agreden y de todas formas, se niegan a ser algo que impida esta conducta.
Dentro de la personalidad del observador se encuentra que son personas que prefieren estar del lado del acosador, ya que sienten que si ponen del lado de la víctima, ellos pueden también ser acosados. Sienten que diciéndolo sucedió no van a lograr nada y creen que quedarse callado lo más prudente.
Son muy importantes, ya que son aquellas personas que ven lo que los adultos no ven, así como que son un incentivo hacia el agresor, ya que su observación hace al agresor reconocido.
La participación de los testigos (otros integrantes del grupo) se ve facilitada con el uso de las Tecnologías, ya que con un simple “me gusta”, avalan ese acoso y fomentan que continúe.
Los testigos de la agresión tienen un rol fundamental y se pueden identificar como:
 
*Compinches: aquellos que son Amigos íntimos y que ayudan al agresor. 
*Reforzadores: no acosan directamente, pero observan las agresiones y las aprueban.
*Ajenos: aquellos que se muestran neutrales y que no quieren tener nada que ver con el asunto, pero al saber de lo que sucede, se vuelven tolerantes ante el ciberbullying o bullying.
 -Defensores: aquellas personas que al ver el acto, apoyan a la víctima y entran en su defensa.
 

El rol del Adulto

Es importante contemplar diferentes maneras de promover y garantizar la participación de los adultos en función de la edad del niño y, dentro de cada grupo de edad, según la capacidad, confianza y experiencia de cada niño para evaluar su propia situación, considerar cuáles son las opciones posibles, manifestar su opinión respecto a las mismas e influir en los procesos de toma de decisiones.
El primer dispositivo tecnológico propio oficia como una suerte de “rito de iniciación”,pero no equivale a que posea capacidad de cuidarse por sí mismo
La transparencia, la información y la confianza pueden ayudar mucho a evitar que hijos, hermanos y otros menores que conozcamos caigan en el ciberbullying. Es fundamental concienciar sobre esta práctica y sus consecuencias, así como ayudarlos a utilizar Internet con responsabilidad
Ningún filtro externo reemplaza el cuidado parental. Es necesario desarrollar en los niños los recursos internos para protegerlos en el on–line (respeto, empatía, resiliencia,juicio crítico y autoconfianza), así como confianza en los adultos a cargo de cuidarlo.
Es importante que los niños construyan filtros subjetivos desde adentro hacia afuera, porque sólo así serán eficaces para protegerlo, estén o no físicamente presentes los adultos.
 Confundir control con intervención y acompañamiento, es sostener un vínculo de poder concentrado en el adulto, en lugar de empoderar paulatinamente a los niños.
¿Cómo detectar si le pasa a nuestro/a hijo/a?
 Quien es acosado/a puede tratar de evitar el encuentro con las demás personas, queriendo faltar a la escuela o dejando de concurrir a espacios comunes. Puede disminuir su rendimiento escolar y sentirse mal físicamente, con desgano y sin fuerzas. Esto, a su vez, profundiza el sentimiento de soledad, de angustia y de impotencia frente a lo que le sucede.
 Ante estas señales, es importante acercarnos y conversar para que puedan contarnos, efectivamente, qué es lo que está pasando.
Qué hacer ante un niño niña o adolescente que sufre ciberbullying? 
Propicia un espacio de diálogo para que pueda decir lo que le pasa.
No minimizar ni exagerar la situación.
Intentar dialogar con el grupo de pertenencia y evitar mantener en secreto la situación para no aumentar el aislamiento de la víctima.
No fomentar la venganza.
Evitar que se siga compartiendo información que perjudica a otros y a otras.
Recurrir a la institución educativa o espacio en donde se produce el acoso y hablar con el responsable adulto a cargo del grupo, para poder pensar juntos las mejores estrategias de intervención. No se recomienda que la familia actúe sola.
También se sugiere consultar con algún profesional sobre cómo manejar la situación. 
Configurar la privacidad en las redes sociales y elegir como Amigos o amigas sólo a personas que realmente conozcan. 
Además, tener en cuenta que las redes sociales ofrecen botones de denuncia y posibilidades de configuración de la privacidad que podemos usar junto a nuestro hijo/a, por ejemplo, para bloquear personas que estén agrediendo o denunciar publicaciones agresivas.
Utilizar herramientas que brindan las redes sociales para reportar el acoso o bloquear al acosador o a acosadora.
 

Sugerencias para padres

 
• No hace falta saber más que los hijos en materia de TIC para tener autoridad sobre el uso de las mismas. Reconocer y transmitir que los adultos no lo pueden ni lo saben todo también es un modo de enseñar límites.
• La brecha generacional existe, como siempre ha existido; sin embargo es posible y necesario generar puentes entre lo anterior y lo nuevo.
• Es importante prestar atención a los focos de riesgo cotidianos, que permitan implicarse como padres y madres, funcionando como guías para los hijos sin generar temores que paralicen.
• Animarse a jugar más con los nuevos dispositivos, disfrutarlos junto a los hijos, y reunirse para intercambiar experiencias y puntos de vista con otros padres.
• Reconocer los beneficios que reportan las TIC es el primer paso para hacer las paces con ellas: permiten un acceso más democrático a los contenidos, y son útiles en la exploración y el desarrollo de talentos.
• Dada su llegada masiva y su protagonismo en la vida social, las TIC también pueden contribuir a generar un mejor mundo off-line, y poner en evidencia problemáticas que afectan históricamente a la infancia, permitiendo la cooperación global sobre temas relevantes.
• Para los niños no se trata de dos instancias: on-line y off-line, sino que se trata de la vida misma. Por eso, lo que protege a los niños en línea, es lo mismo que los protege off-line
•Los niños dan signos cuando algo no anda bien, no es recomendable ni saludable para ellos que los adultos espíen qué hacen en la web para saber en qué andan o cómo se sienten
• Que los dispositivos tecnológicos sean cada vez más portables y personales refuerza la necesidad de transmitir reglas internas de cuidado, ya que los padres no pueden desplegar constantemente mecanismos de control externos. Los niños deben poder incorporarlas para estar más protegidos y atentos en sus interacciones on-line.
• Cuando los padres y las madres confunden menor pericia con menos autoridad, subestiman su poder para instalar reglas y ceden a la hora de establecer pautas, así como de transmitir criterios.
 
 

Empatía y compasion. Habilidades sociales 

 
Es necesario tratar el bullying y el ciberbullying desde la mirada de la compasión, que implica que todos ayudan, estudiantes, padres y docentes, porque se trata de un problema comunitario. 
La compasión encuentra formas para lograr una comprensión más profunda de lo que provoca el acoso escolar, y de lo que se puede hacer para restablecer la confianza una vez que la cosa ya se ha dado.
Los niños niñas y adolescentes acosados necesitan amigos y adultos empáticos que puedan ayudarle a expresarse y encontrar apoyo de nosotros así como confianza en ellos mismos. 
Quien acosa a otros también necesita asistencia, sólo así podremos salir de este ciclo.
 
 A menudo se avergüenza y juzga a los niños niñas y adolescentes que acosan. Ese tipo de respuesta disciplinarias los priva de la oportunidad de comprenderse a sí mismos y descubrir cuáles son sus necesidades.
Ser compasivo no significa aceptar una conducta concreta más bien significa aceptar a quién realiza la acción.
La empatía bien enfocada y guiada convierte a las personas en seres más bondadosos y altruistas. La empatía es la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo del otro. Esta definición tan simple y completa engloba una habilidad básica para la comunicación interpersonal, ya que a través de ella entendemos primero las emociones y sentimientos propios y después la necesidad y sentimientos de los demás.
 
Esa sintonización con el otro, nos permite ponernos en sus zapatos comprenderlo y aceptarlo.
La compasión, por su parte, es un estadio superior, es tener el compromiso y las herramientas para aliviar el sufrimiento.
La práctica de la compasión es una prioridad si queremos hacer   que el problema se detenga. Pero esto comienza con la educación de nosotros los adultos.
Esperamos profundamente que seamos capaces de reforzar el tejido de las relaciones entre nosotros de modo que podamos proteger a todos los niños y niñas y adolescentes en nuestra sociedad.Puesto que el problema nos afecta a todos,es imprescindible en marcha soluciones preventivas y sanadoras que tengan en cuenta las necesidades de todos.
 
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