MAR DEL PLATA

150 AÑOS

 

En la visita a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) que está ubicada en el KM 506 de la ruta 11, se propone conocer el sistema planta-emisario submarino y su contribución a la mitigación al cambio climático a partir de la utilización de una Solución Basada en la Naturaleza (SbN) como la energía auto depuradora del medio receptor, en este caso el mar, y en particular se mostrará el tratamiento que se le aplica a los barros cloacales residuales, que a través del compostaje se transforma ese residuo en un nuevo producto: una enmienda orgánica de alta calidad. Adelantamos que gracias a una última caracterización vinculada a la adquisición de maquinaria específica se ha logrado realizar el compostaje sin soporte.

En el Instituto de Investigaciones en Ciencia y tecnología de materiales (INTEMA), perteneciente al Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y a la UNMdP se desarrolló un proyecto de innovación tecnológica financiado por la Unión Europea denominado iMETland. En ese proyecto se validó la tecnología de humedales bioelectroquímicos, a través de la cual es posible hacer un tratamiento biológico del agua residual domiciliaria y recuperarla en su totalidad, con una calidad suficiente como para reutilizarla en el riego, devolviéndola al ambiente sin riesgo de contaminación. Esta tecnología cambia el paradigma actual de nuestro uso del agua, porque al recuperar el recurso para el riego, vuelve a cerrar su ciclo natural, devolviéndolo al acuífero en el mismo lugar en que se consume, evitando la necesidad de transportarla a lo largo de kilómetros para su tratamiento y disposición final. La tecnología que el trabajo de los investigadores de INTEMA hoy pone a nuestro alcance, puede aportar a la solución del problema que nuestras ciudades tienen con la falta de saneamiento y, de implementarse masivamente, puede significar un ahorro muy considerable en infraestructura de conducción, en su mantenimiento y en el costo energético para la misma. Más allá de esto, evita la necesidad de instalar costosas plantas de tratamiento centralizado. El tratamiento con humedales bioelectroquímicos puede llevarse adelante en diferentes escalas, desde la unifamiliar a la de pequeños conglomerados urbanos, siendo de fácil instalación, económico e integrable al medio ambiente. De esta manera, es susceptible de ser utilizado en barrios periféricos a donde no llegue la red de cloacas, pero también en sitios más urbanizados como los barrios cerrados, en donde el consumo de agua es elevado y las necesidades de riego también. A los fines del proyecto europeo se validó la tecnología en una escala intermedia, diseñando la planta para depurar hasta 25000 litros de agua por día, lo que equivale a la producción de agua residual de 25 familias. Como resultado de las actividades del proyecto, quedó instalada en INTEMA una planta modelo que depura la totalidad del agua que producen diariamente sus 250 ocupantes. El nivel de depuración es tal que el agua es devuelta al ambiente en el mismo predio de la institución, a través de una laguna de estabilización, que se integra completamente al entorno y genera un espacio verde muy agradable. La planta además es funcional a las líneas de investigación que allí se desarrollan, porque provee de un abastecimiento constante de agua residual con distintos niveles de depuración, con el cual se ensayan diferentes alternativas de tratamiento que podrán convertirse en el futuro en soluciones tecnológicas nuevas. La planta de humedales bioelectroquímicos de INTEMA es visitada anualmente por cientos de personas, incluyendo contingentes de alumnos de distintos niveles educativos con sus docentes, autoridades, tomadores de decisión, empresarios del entorno productivo y público en general, contribuyendo así a la dispersión de la tecnología y a su adopción por la sociedad.